El Cuarto
Galería Vértice. Lima. 2011.
Continente físico y/o contenido sensorial
Estas líneas van en agradecimiento a un joven y talentoso pintor que ha hecho suyas, entre lo racional y lo orgánico, las bases fundamentales de la arquitectura conceptual, de una forma similar a Luis Miró Quesada Garland, quien en algún momento de nuestra vida profesional nos encandiló con la integración de las artes; pero errados estuvimos al entenderlo literalmente. Es a partir de Walter Carbonel que este hermoso concepto toma su verdadera dimensión, en donde el contenido se torna epidérmico y el continente se vuelve visceral en sentido amplio. Dicho de otra manera, lo orgánico es interior formando el volumen continente.
Las habitaciones hechas para un fin se vuelven receptáculos de ideas, formas, colores, direcciones, sensaciones, pensamientos, recuerdos, lecho de frustraciones y cuna de ideas; donde se fecundan cuervos y la mano arrastra sinrazones.
Tenemos ante nosotros un pintor experimentado, lleno de virtudes y repleto de santas manias que nos invita, tal vez sin quererlo, a las profundidades del subconsciente; invitándonos a gozar de las secreciones, excreciones, con las que llenamos durante durante un instante nuestro recino en el hábitat formal, envolviéndonos con el llanto o atándonos con las alegrías ajenas que no siempre compartimos; gozando de lo poco que nos queda con el cerebro, deslizando su masa entre los dedos sin que quede en el puño más que una leve huella que el viento se lleva.
Convertido Walter en hacedor de formas y colores, de líneas y puntos, de manchas, de formas; encierra sus sentimientos y pasiones en una arquitectura integral.
Al fin y al cabo, nos permite llegar a él a través de la introspección y mejor aún, nos lleva a un viaje real de reconocimiento íntimo de nuestro ser.
Gracias Walter.
Arqto. Ricardo Gonzales Cortez
Decano del Colegio de Arquitectos del Perú (1990-1996)
Decano Nacional de la Junta de Decanos del Perú (1994)